Bitácora: hacerlo bien.

El responsable de la tienda, que estaba sentado con nosotros como uno más, lo hizo bien. Cuando el padre llegó con su hijo de once años, Sergio, preguntando qué actividad había organizada, él se levantó de inmediato y aunque las edades de los jugadores iban de 20 a 40, le cedió su hoja de personaje al chaval, no al padre.

El padre lo hizo bien. Pidió permiso para sentarse con nosotros a observar un rato, pero ni interumpió, ni opinó, ni dió instrucciones a su hijo. Solo estuvo allí, viéndonos jugar cinco minutos, sonriente. Luego se levantó y se puso a curiosear por la tienda. A lo largo de la partida regresó un par de veces, preguntó qué tal, siempre con la sonrisa, y volvió a marcharse.

Nosotros intentamos hacerlo bien. No hubo un trato diferente respecto de cualquier otro jugador, aparte de explicarle las reglas básicas. Se aceptaron o rechazaron sus ideas como las de otro, por su valor intrínseco y no en base a la diferencia de experiencia y edad. Ajustamos un poco el tono gore hasta que Sergio le arrancó la yugular a un tipo de un mordisco y vimos que no era necesario. Al terminar la partida le animamos a venir a la tienda otro fin de semana a jugar.

Y el novato lo hizo muy bien. De rol no tendría idea, pero me parece que había bastantes horas de Call of Duty ahí metidas: uno de esos jugadores tácticos, ingeniosos, atentos a los detalles del juego y dispuestos a coordinarse con el resto del equipo. Tuvo las típicas ideas frescas y lógicas de novato que al rolero veterano a menudo se le olvidan. Con la aventura terminada, no se marchó sin preguntar "¿Y ahora, qué pasaría? ¿Cómo sabemos qué más le pasa a nuestros personajes?"

Es una anédota sin importancia. Cosas así pasan todos los días, son normales. Pero este es mi blog y para mí fue uno de esos días buenos. :)

Comentarios

  1. Muy muy muy buena entrada. De las que dan gusto leer.

    ResponderEliminar
  2. Vaya, gracias. Es viernes, tenía ganas de levantar el ánimo. :)

    ResponderEliminar
  3. Creo que es una de las mejores entradas que he leído desde hace bastante. Y es un de los mejores ejemplos que se pueden poner para expresar normalidad.

    Enhorabuena :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una normalidad maravillosa de esas que provocan ciertas aficiones. Quien haya ido a partidos de fútbol infantil y escuchado a los padres sabe a qué me refiero. I love this game. ;-)

      Eliminar
  4. Para la siguiente dejad un pj para el padre, que se intuye rolero en potencia también (si no lo era ya).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, Sergio comentó que su padre tenía en casa un juego de rol "muy difícil, llamado Stormbringer". Por eso, doble aplauso para el padre por acercarle sin paternalismo.

      En este caso no había posibilidad de sacar otro pj de la manga, pero en la siguiente, no se escapará, seguro,

      Eliminar
  5. Me alegro mucho, chicos. Enhorabuena a todos.

    ResponderEliminar
  6. ¡Genial! Un gustazo leer estas cosas. Te alegran el día.

    ResponderEliminar
  7. Interesante entrada, me recuerda una reunión que tuvimos en el club de rol (allá por el cuaternario) sobre este mismo tema... pero que acabo centrándose mas en "como tratar a chica que viniera a jugar por primera vez" que en "como tratar a la gente que viene a aprender de que va esto" (fuesen de la edad que fuesen)
    PD: Y es que éramos muy jóvenes (dudo que hubiera alguien de 40 años)

    ResponderEliminar
  8. Anónimo8:21 p. m.

    Que bonito, me has alegrado el dia.

    ResponderEliminar
  9. Matusalen8:23 p. m.

    Es el tipo de cosa que le hace sentir esperanza a uno.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Comenta con libertad, comenta con educación.

Entradas populares de este blog

Bitácora: Lo que no vendo.

Jugar con niños