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Mostrando entradas de febrero, 2014

Ayudas para viajar en el Orient Express

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De nuevo rebuscando en mis carpetas de material usado, he encontrado diversas ayudas de juego que usé para jugar la famosa aventura en el Orient Express para La Llamada de Cthulhu. Viendo que son bastante polivalentes para otras aventuras, aquí os las dejo. En mi campaña, los personajes empezaban en Nueva York, no en Londres, aunque se trasladaban allí casi de inmediato, en el Adriatic, un barco de la línea White Star, cuyo pase de a bordo tenéis aquí: Por supuesto, subir a bordo del Orient Express también conllevaba la compra de un bonito billete, en este caso nos sirve para el trayecto Londres-Paris o Constantinopla-París. A bordo del Oorient se sirven platos exquisitos, pero, ¿cuales? No pretenderemos que los árbitros seamos chefs de cinco estrellas, así que elaboré este menú, basándome en los originales, para deleitar a los personajes. Siento que este no tenga un formato más trabajado, pero solo su lectura seguro que le da realismo a la aventura. Ahí va una de esa

Apariencia, Carisma, Posición.

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En la vida real, todo el mundo (o casi, no emitamos prejuicios) querría ser más guapetón o tener más dinero. En el mundo del rol, es lo contrario. Los puntos en Apariencia, Carisma, Posición social y similares son puntos perdidos, nos tememos, por la poca aplicación práctica que tendrán en el juego. En muchos casos los propios manuales son los culpables de esto, olvidando ligar habilidades a estas características o plantear escenarios de juego donde tengan sentido o sean aplicables. Lo mismo podría decirse de las aventuras. Pero, asumiendo que, en efecto, algo deberían hacer los diseñadores, cuando arbitremos es posible usar este tipo de características de tal manera que los jugadores entiendan su importancia. Nuestra baza es investigar un poco y averiguar algunas cosas que la psicología y la sociología han descubierto. Son cosas incómodas y no nos gusta reconocerlas, a pesar de que en algunos casos están claras. Si las aplicas, dignificarás esas olvidadas características. Los pe

Bitácora: Lo que quiero jugar antes de hacerme viejo.

Oye, que uno cumple cuarenta este año y no estamos para perdernos buenos juegos porque los jugadores sean demasiado melindrosos o nos ofusque el terror a la saturación de mercado. Así que voy a ver a con cuántos de estos logro tirar dados este año, no habiendo logrado en mis veintimuchos años de afición probarlos ni como jugador no como árbitro. Nobilis. Amor, Presunción, Espejos y Metalurgia entran en un bar. Mientras les sirven una copa, desgarran la realidad, luchan contra entidades ajenas al universo, se enamoran y son juzgados por ello. Véndele tú esto a tus jugadores si tienes narices. Sin dados. Amber. Este juego se basa en una de las mejores sagas de fantasía heroica y mi favorita en cualquier caso. También sin dados, con lo que a mis jugadores ya le resta puntos. La temática en cambio, ser héroes muy, muy duros de pelar, metidos en aventuras épicas que atraviesan diversos mundos, ahí sí que les he dado.  Vulviánidas. No puede ser que alguien se curre algo tan origina

Bitácora: la intención es lo que cuenta

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Una de las cosas que descubrí en Navidades es que a los jugadores de rol ocasionales, a los que provienen de los juegos de mesa y a los novatos les gusta la escenografía más que a un lémur el tamarindo. Un buen mapa, un diorama, figuras de plomo, todo eso ayuda a superar mejor la barrera de la abstracción que supone el rol y quizá por eso los juegos de rol vienen de donde vienen. Pero, poco de gastar como soy yo, no tengo casi escenografía que usar para estas situaciones. Quizá tú tampoco tengas. O eso creías. Lección dos de las pasadas fiestas: aprovecha lo que tengas, que los jugadores lo agradecen igual.   El camión de los personajes jugadores, perseguido por el vehículo de los sectarios, circulando por un camino de cabras en las montañas de Perú. Los investigadores ante el Templo de la Luna, misteriosas ruinas Incas.   NUNCA entrar sin asomarse primero. El templo secreto de Shub-Nigurath. La partida es El t error que vino de las estrellas (Chaos